Fernand de Varennes, Relator Especial de la ONU sobre cuestiones de minorías, quien estuvo de visita en nuestro país, del 14 al 25 de noviembre del corriente, elogió el esfuerzo del Paraguay para mejorar la protección efectiva y la inclusión de las minorías.
El experto resaltó que, “Paraguay ha recorrido un largo camino desde que emprendió la senda de la democracia en 1989. Debe continuar en esta dirección desarrollando la tan necesaria infraestructura de derechos humanos y poniendo en marcha las numerosas e importantes medidas legislativas y políticas adoptadas en los últimos años”.
De Varennes destacó que, “en general, tiene mucho mérito que todas las minorías sientan que la gente del país y la sociedad en general es receptiva y tolerante, que es un país maravilloso. Puede haber incidentes individuales de prejuicio, xenofobia, racismo o intolerancia, pero en general son bastante raros y poco representativos, según los testimonios escuchados durante la misión”.
El experto formuló algunas recomendaciones al Gobierno, que incluyen las relacionadas a los litigios sobre la propiedad de las tierras indígenas con la creación una comisión nacional que busque una solución estructural al problema territorial, así como la lengua indígena guaraní.
También remarcó, “aprovecho la oportunidad para felicitar al Gobierno de Paraguay por su altísimo nivel de compromiso con los mecanismos de derechos humanos de la ONU, su ratificación de un gran número de tratados y su activa presencia y voz en las Naciones Unidas. Paraguay debe ser elogiado por todos sus esfuerzos y progresos que ha hecho desde que se embarcó en el camino de la democracia, mientras que al mismo tiempo enfrenta desafíos históricos, económicos y sociales bastante únicos”.
Por último aseveró: “Desde mi experiencia personal como Relator Especial de las Naciones Unidas sobre Cuestiones de las minorías durante más de 5 años, es reconfortante decir que Paraguay, a pesar de sus muchos desafíos, lo hace mucho mejor que la mayoría de las sociedades en muchos aspectos, aunque por supuesto ningún país es perfecto”.